IaaS, PaaS y SaaS: ¿qué son y cuáles son las diferencias? 

Cada vez más empresas dejan de utilizar software local y se pasan al software en la nube. Al elegir un servicio de almacenamiento, se suelen ofrecer tres soluciones: SaaS, PaaS e IaaS. ¿Qué son exactamente y qué modelo es el más adecuado para lograr la transformación digital de su organización? Es lo que veremos a continuación.

¿Qué es el alojamiento en la nube?

 

El almacenamiento en la nube (también llamado cloud computing) es un modelo de alojamiento web basado en la conexión de diferentes servidores para almacenar recursos compartidos. Los usuarios pueden acceder a estos datos en cualquier lugar mediante una conexión a Internet. Esta pluralidad de servidores le otorga a la red un poder de computación considerable, lo que la hace más ventajosa que el almacenamiento tradicional.

IaaS, PaaS y SaaS son los tres modelos principales de alojamiento en la nube. Cada uno se adapta a diferentes necesidades y situaciones. Veámoslos en detalle.

¿Qué es IaaS? 

 

Un sistema IaaS (“Infrastructure as a Service“) es una externalización de la infraestructura informática de la empresa. Los propietarios alquilan los recursos informáticos esenciales a un proveedor externo: servidores, espacio de almacenamiento, componentes de red, etc. El pago se realiza normalmente mediante una suscripción mensual.

Como ejemplos podemos citar Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Compute Engine.

Con IaaS, las empresas gestionan su infraestructura virtual según sus necesidades, sin tener que preocuparse por el mantenimiento del servidor, ya que el proveedor se encarga de ello. Es aconsejable tener conocimientos avanzados de informática para utilizar este tipo de servicio. Las empresas que adoptan un sistema IaaS tienen que gestionar el almacenamiento, las aplicaciones, el middleware. En resumen, todo lo que no forma parte de la infraestructura informática en sí.

¿Qué es PaaS? 

 

Un sistema PaaS (“Platform as a Service“) proporciona a sus clientes una plataforma lista para usar que les permite desarrollar aplicaciones empresariales sin tener que preocuparse por la infraestructura necesaria para gestionar este software. De esta manera, los desarrolladores pueden centrarse en programar y trabajar más rápido y de forma más eficiente.

Los ejemplos más notables incluyen Heroku, Windows Azure y Google App Engine.

PaaS incluye infraestructura (servidor, almacenamiento, redes) pero también middleware. El pago se hace al proveedor según los recursos utilizados, pero algunos cobran una tarifa plana mensual. Con las soluciones PaaS, las organizaciones evitan el gasto y la complicación de comprar y gestionar las licencias de software y otros recursos necesarios para crear aplicaciones.

¿Qué es SaaS? 

 

Una solución SaaS (“Software as a Service“) proporciona el software o la aplicación con mantenimiento y configuración incluidos. Este modelo no requiere ningún conocimiento técnico ya que todo está gestionado por un proveedor externo. Los sistemas SaaS son de suscripción mensual. Se pueden definir como los “paquetes todo incluido” del cloud computing.

Como ejemplos podemos citar Dropbox, MailChimp y Slack.

Una solución SaaS funciona con un navegador de Internet independientemente del sistema operativo utilizado y está disponible en diferentes medios (ordenador portátil, tablet…). Gracias a SaaS, las pequeñas empresas tienen acceso a herramientas de software a través de aplicaciones en la nube que solo las grandes empresas podían permitirse desarrollar en el pasado. Otra característica de una solución SaaS es que el coste de la inversión inicial es menor.

¿Cuáles son las diferencias, ventajas e inconvenientes de IaaS, PaaS Y SaaS? 

 

Ventajas Inconvenientes
IaaS
  • Control total de la infraestructura
  • Alta flexibilidad y escalabilidad
  • Reducción de los costes operativos
  • Solo se cobran los recursos necesarios
  • Requiere amplios conocimientos informáticos
  • Se pueden necesitar recursos adicionales y formación para los empleados
PaaS
  • La posibilidad de crear aplicaciones sin necesidad de administrar software
  • Codificación reducida y simplificada
  • Alta flexibilidad y escalabilidad
  • Capacidad operativa limitada
  • Las soluciones no siempre son compatibles con las aplicaciones propias de la empresa
SaaS
  • Instalación, gestión y actualización del software incluidas
  • No se requieren conocimientos técnicos
  • Reducción de los gastos de informática
  • Soporte técnico incluido
  • Muy pocas posibilidades de personalización
  • Alta dependencia del proveedor

 

¿Qué solución para qué empresa?

 

Puesto que las soluciones SaaS requieren pocos conocimientos informáticos, son adecuadas para todo tipo de empresas y son especialmente recomendadas para las PYMES. Por ejemplo, las pequeñas empresas que quieren entrar en el comercio electrónico rápidamente sin perder tiempo con problemas de software y de servidores.

Las soluciones PaaS son adecuadas para los desarrolladores que crean aplicaciones personalizadas. Por lo tanto, su público suele ser más limitado.

Las soluciones IaaS son adecuadas para todo tipo de negocios, especialmente las empresas medianas y las que crecen de manera rápida. Para este último tipo de empresas, la escalabilidad de IaaS es ventajosa.

En todo caso, se puede elegir empezar con un modelo o encontrar un uso para los tres. Esto depende del tamaño y la complejidad del negocio.