Cómo diseñar una estrategia CRM: Una guía paso a paso
Una vez que haya hecho los deberes del paso 0, siga estos otros para crear una estrategia de gestión de las relaciones con los clientes. Hacerlo le evitará la mayoría de los retos de implementación de una estrategia CRM.
Paso 1. Comprenda y alinee el objetivo de su empresa con el del CRM
Para empezar, entienda los objetivos de su empresa para los próximos 1 a 3 años. Pregúntese qué horizontes de ventas se ha fijado y qué estrategia de marketing tiene en marcha para alcanzar esos objetivos.
Una vez que tenga esas respuestas, puede “seleccionar y configurar su CRM para hacer un seguimiento y medir esos objetivos”, señala Kristen McGarr, dueña de Adroit Insights. Hacerlo, dice, “simplificará el proceso y proporcionará transparencia a todos los niveles de la organización”.
Paso 2. Alinee sus estrategias de ventas y de CRM
Para este paso, debe tener una perspectiva completa de su proceso de ventas. Empiece por comprender lo siguiente:
Tener las respuestas a estas preguntas le permitirá seleccionar e implementar un CRM más acorde con su estrategia de ventas.
Por ejemplo, si su estrategia de ventas se centra en gran medida en contactar clientes a través de llamadas y correos electrónicos, querrá una herramienta de CRM que ofrezca un sistema de telefonía integrado para hacer las llamadas y grabarlas. También querrá que la herramienta se integre con su servicio de correo electrónico para poder automatizar las actividades de seguimiento.
Por otro lado, dependiendo de cómo sea la experiencia de los prospectos en su sitio, puede determinar “si desea automatizar la mayor parte del proceso para lograr una mayor consistencia —escribe McGarr—; o bien, si prefiere añadir tareas y recordatorios para que sus vendedores creen una experiencia más personalizada”.
Una herramienta CRM puede ayudarle a alcanzar sus objetivos de ventas. Por eso, tener clara su estrategia de ventas es crucial para seleccionar la herramienta adecuada.
Paso 3. Conozca el viaje del comprador
“Dado que el viaje del comprador se refleja en el proceso de ventas, es la base para configurar el CRM”, observa Schwinum.
Empiece por segmentar a los clientes en grupos basados en sus características y comportamientos particulares. El objetivo es averiguar cómo interactúan los equipos de ventas y marketing con los distintos grupos de compradores.
Por ejemplo, separe a sus clientes en función de su actividad en redes sociales y su índice de respuesta a los correos electrónicos.
Luego, identifique todos los puntos de contacto que un cliente potencial podría tener con su empresa y vincúlelos a los equipos responsables dentro de su CRM. Por ejemplo, los leads que llegan a través de las redes sociales y las campañas pasan al equipo de marketing para ser nutridos antes de ser derivados a ventas.
Algunas cuestiones que debe tener en cuenta al momento de trazar el viaje del comprador son las siguientes:
-
Comprenda cómo se mueven los prospectos a través de su embudo de ventas e identifique las “grietas” por las que se caen de él.
-
Descubra los puntos de dolor de sus clientes potenciales. Pregúntese: ¿Qué problemas los llevan a su producto/servicio? ¿Qué factores les impiden convertirse en compradores? Puede obtener esta información a través de su software CRO, realizando encuestas poscompra para conocer la opinión de los clientes y prestando atención en las redes sociales a las discusiones de los clientes sobre los motivos por los que no compraron algo.
-
Asegúrese de que todos sus equipos estén alineados al trazar el viaje del comprador.
Paso 4. Establezca los KPI
Ahora que ha asignado responsabilidades a cada equipo, utilice el CRM para establecer objetivos, es decir, los indicadores clave de rendimiento (Key Performance Indicator, KPI).
“Los CRM permiten realizar fácilmente un seguimiento de métricas, como el número de contactos, la frecuencia de los mismos y otras acciones que son excelentes indicadores tempranos del crecimiento”, señala McGarr.
Lo ideal es contar con microobjetivos orientados a los resultados que contribuyan al objetivo principal. Estos son, según McGarr, “KPI que tienen un impacto directo en los objetivos de su empresa”.
Supongamos que el objetivo de su equipo de ventas es aumentar los ingresos en un 50 %. Entonces, el microobjetivo de un ejecutivo de cuentas podría ser cerrar X cantidad de acuerdos de alto valor, mientras que el objetivo de un representante de desarrollo de ventas podría ser cerrar Y cantidad de reuniones.
Al mismo tiempo, asigne objetivos de satisfacción y retención de clientes a los equipos de servicio al cliente y de éxito del cliente, respectivamente.